Mostrando entradas con la etiqueta TIC. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TIC. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de mayo de 2015

ParanoiTICa. Un relato contado desde el año 2030

    «ParanoiTICa»
Un relato contado desde el año 2030

            Llegó. Por fin llegó. Era algo que había estado esperando durante muchos años. Algo en lo que había soñado, incluso despierta. Algo con lo que a veces no me veía capaz de conseguir. Algo añorado por muchos aspirantes. Algo alcanzable con mucho esfuerzo; pero, al fin y al cabo, algo ya conseguido. En efecto, la plaza que ofertaban en las oposiciones fue para mí[1].

            Estamos en el año 2030 y es mi primer día de clase como docente. Estoy muy nerviosa. ¿Qué me encontraré? No lo sé. ¿A qué me tendré que enfrentar? No tengo la menor idea. ¿Lo haré bien? Mi intuición me dice que sí; pero, muchas veces, mi mente me juega malas pasadas con los nervios. Venga. Que yo puedo. Abro la puerta. Entro a clase y…
            Todo ha cambiado. Nada es como recordaba antes de mi «clausura» como estudiante de oposiciones (el Gobierno ha tardado demasiados años en convocarlas). Miro a mi alrededor. Me sorprendo. Vuelvo a mirar; no puedo creer lo que están viendo mis ojos. Sí, estoy observando que todos mis futuros alumnos llevan unas gafas que no parecen correctoras de la hipermetropía; lo sé, llevo ese tipo de lentes desde que tenía cinco años. Tampoco son para menguar el efecto de la miopía. No.
            Me atrevo a preguntar por qué [diantres] llevan esos artilugios, que parecen incómodos, en la cara. Un alumno me responde que es lo nuevo de Google glasses. Me sorprendo. Me quedo boquiabierta. Entonces, es cuando vuelvo en mí. –Y, ¿para qué sirven?- pregunto.
–Para aprender de manera inmediata lo que dicen los libros.- me dicen todos a coro. –Todo lo que tienes que hacer –prosiguen con su disertación- es conectarlo a cualquier libro de cualquier materia que te quieras aprender, y listo.

            Pero, entonces, ¿qué hago aquí?, me pregunto. ¿En qué consistirá mi labor como docente, que, además, me ha costado tanto conseguir? Yo me quedé en la época en la que nos llamaban nativos digitales. En la época en la que el Twitter y el Facebook eran nuestro día a día. En la época en la que nuestros mayores no paraban de preguntarnos cómo funcionaba esto y lo otro. Esa época en la que éramos nosotros los que más sabíamos sobre nuevas tecnologías y redes sociales.
              Sin embargo, todo ha cambiado, nada es como antes. Parece que la tecnología nos ha ganado la partida. Es como si hubiésemos perdido la humanidad. Sin embargo, mis alumnos me dan un voto de confianza como profesora. Afirman que el conocimiento humano es más importante que lo que unas máquinas nos puedan ofrecer. He tenido suerte con el grupo que me ha tocado.
            Y es entonces cuando escucho esta explicación: –Esto lo inventó el Ministerio de Educación en aquella época de crisis que vivió mucha gente de tu generación, profesora. ¿No ves que no convocaban oposiciones y tenían que idear una manera de «quitarse a gente de encima»? –me dice un alumno.
-Cierto.- respondo- Pero nunca había sabido de la existencia de semejantes artilugios.
-No te preocupes, profesora; nosotros confiamos más en lo que tú nos puedas enseñar.-, prosiguen con sus teorías. Por un momento creo que me están intentando «hacer la pelota». Mas me cercioro de que no, de que esto que está pasando es cierto. El Gobierno sustituyó, por la falta de profesores, y las pocas plazas que ofertaban desde el Ministerio de Educación, la tarea docente que hubiera debido ser realizada por profesores cualificados. «Está bien», pienso. «Me tendré que acostumbrar», sigo pensando.
            De repente, noto un escalofrío en el cuerpo. Es una brisa que me recorre la cara; despierto. Tengo la ventana abierta. Me doy cuenta de que ha sido un sueño, que todo sigue como antes; que la manera de estudiar y de adquirir conocimientos sigue igual que antes.
            Me levanto. Me aseo y voy rumbo a mi primer día de clase como docente. He aprobado las oposiciones y es el año 2030…



[1] Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

miércoles, 22 de abril de 2015

QuijoTIC

          El día 23 de abril de cada año se celebra el Día del Libro, algo que para los filólogos es muy gratificante. Se dedica un día, de 365, a conmemorar la creación de nuevas vidas y aventuras sobre hojas en blanco adornadas con tinta.
Pero, ¿por qué ese día y no otro? ¿Qué es lo que empujó a determinar el 23 de abril como el día de las letras impresas?

          Remontándonos en el tiempo pragmático, hace exactamente 399 años (menos un día), un hombre, que «no quiso acordarse del nombre del pueblo o de la aldea, pero sí de la inmensidad de lugares inolvidables.»[1], murió. Sin embargo, nosotros sí que recordamos lo que significó este escritor para la historia de la literatura:


Desde el momento mismo de su publicación [de El Quijote], y sin pausa a lo largo de veinte generaciones, una marea de lectores se ha deleitado y conmovido con las aventuras del ingenioso hidalgo, y miles de artistas e intelectuales han encontrado en sus páginas una fuente de inspiración para sus obras, porque don Quijote constituye un referente universal para todos los hombres, cualquiera que sea su origen y cultura.[2]

            En efecto, hablamos del manco de Lepanto, de Miguel de Cervantes y Saavedra, más conocido como el padre de don Quijote: «aunque parezco padre, soy padrastro de don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso, ni suplicarte [desocupado lector], casi con las lágrimas en los ojos, como otros hacen, lector carísimo, que perdonas o disimules las faltas que en este mi hijo vieres.»[3]

Miguel de Cervantes y Saavedra


            Los datos biográficos sobre este autor no son muy abundantes, aunque hace poco se conociera el lugar de su sepultura: «Según este trabajo de investigación, los restos del escritor y de su esposa, Catalina de Salazar, se encontraban en el subsuelo de la cripta del convento, en el nivel más bajo de enterramiento sobre el sustrato natural, junto a otros restos de individuos adultos e infantiles, en la denominada "reducción número 32".»[4]


            Ya se ha afirmado en numerosas ocasiones que Cervantes, sin dejar de ser un poeta muy estimable y un dramaturgo de primera fila, destaca sobre todo, como novelista. Algunos incluso lo consideran el verdadero impulsor de la novela moderna. Y lo es, claro que lo es. Su gran obra, Don Quijote de la Mancha, «está en todas las casas. Como la Biblia. Forma parte de nuestro imaginario vital y de nuestra educación intelectual y sentimental. Todo el mundo tiene una determinada imagen del Quijote –y de Sancho,- mil veces reproducidas de todas las maneras, en todos los formatos y sobre todos los soportes.»[5]. Muchos, incluso, pasan horas, días, meses y años trabajando sobre esta magnífica obra; pero ellos son profesionales, apasionados por la figura cervantina y su creación. De modo que, ¿cómo podríamos acercar Cervantes y su mundo a nuestros alumnos?

            Gracias a las Nuevas Tecnologías, sobre todo a Internet, tenemos infinidad de oportunidades de acceder a lo que más nos interesa. En este caso, para «contactar» con el s. XVII, siglo en el que El Quijote fue publicado en dos partes, 1605 y 1615, respectivamente, no hace falta ni salir a la calle; basta con teclear Twitter en nuestro móvil u ordenador, transportándonos automáticamente al entorno de nuestro querido Cervantes. Sólo con escribir cualquier término relacionado con el ‘padrastro’ de El Quijote, o acerca de su literatura, será suficiente.
           
Biografía 'tuitera'
            En este caso, hablaremos de un perfil ‘tuitero’ de fácil acceso y aportador de grandes informaciones. 

        La cuenta @elQuijoteEV fue creada como un «Proyecto de enseñanza a través de las TIC». En ella podemos encontrar infinidad de documentos, enlaces y, sobre todo, artículos de interés, de mucho interés, acerca de lo que acontece sobre la figura cervantina. Además, gracias a los ‘retuits’, recientemente aceptados por la RAE, podremos saber más cosas sobre todo este tema.



      Algo tan fácil, directo y ameno puede sernos de gran ayuda para hacer que nuestros alumnos tengan amor por la lectura, como seres quijotescos que somos en un mundo, también, quijotesco:
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza [...] y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hacen de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura.»[6]













[1] «En un lugar de la Mancha», José María Barreda Fontes, «En un lugar de la Mancha. En un lugar del ingenio. En un lugar de la historia. En un lugar de la biblioteca», José María Barreda en Intr. a Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes, Biblioteca IV Centenario, Castilla-La Mancha, 2005, pág. 7.
[2] «En un lugar del ingenio», José María Barreda Fontes, op. cit., pág. 9.
[3] Miguel de Cervantes, «Prólogo» a Don Quijote de la Mancha, op. cit., pág. 37.
[5] «En un lugar de la biblioteca», José María Barreda Fontes, op. cit., pág. 11.
[6] Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, ed. Biblioteca IV Centenario, Castilla-La Mancha 2005, pág. 49.

martes, 17 de marzo de 2015

Enjoy TIC!

Las Nuevas Tecnologías se han convertido en algo que la sociedad no para de utilizar; ya manifesté esta opinión en mi primera entrada. Pero, ¿somos realmente conscientes de lo rápido que evolucionamos en lo que a las TIC se refiere? 

El vídeo que se expone a continuación muestra un recorrido desde las primeras TIC, como la radio o la televisión, hasta la aparición de redes sociales, como Facebook. Sin embargo, al estar realizado en 2011, no habla de las diferentes apps que nosotros, como ciudadanos virtuales, utilizamos diariamente en nuestra interactividad digital. 

Enjoy TIC!


jueves, 12 de marzo de 2015

aTICción

A lo largo de esta entrada, hablaré sobre los recursos TIC que he ido utilizando desde que comenzó mi contacto con la tecnología, además de las posibilidades que me ofrecen como filóloga y futura docente.

Las TIC, desde que aparecieron, se han convertido en algo imprescindible. Ya no concebimos la vida sin tener un teléfono móvil en la mano, o estar mirando constantemente las notificaciones de las redes sociales. Por ello, hoy en día, no conoceremos a nadie sin una cuenta de correo electrónico, ya sea Gmail o Hotmail, sin un Facebook, o, lo que es más raro, sin una aplicación de WhatsApp. Vivimos en una sociedad cada día más tecnológica, incluso me atrevería a decir «maquinaria», donde todo parece que tiene solución con el simple hecho de apretar un botón. El Youtube, el Twitter, o los Blogs son algo que nos acompañan, estemos donde estemos, y más si hay Wi-Fi cerca.

Por lo que a mí respecta, me considero una persona que necesita el uso constante de las nuevas tecnologías para sentirse realizada; lo veo algo muy útil para hacer búsquedas que atañen a mi profesión. Sin embargo, aún recuerdo mis primeros contactos con el ordenador y los teléfonos móviles. En aquellos tiempos en los que las computadoras eran un elemento casi inaccesible, solía utilizar los programas más comunes, como Word, Paint o los famosos PowerPoint. Poco a poco fui adentrándome en el mundo del Internet, empezando por el famoso Messenger; y, más tarde, cuando el período de madurez entraba en mi vida, llegó el Facebook, herramienta que, más allá de utilizarla
como algo lúdico, la uso como un método de información, sumando, por supuesto, el Twitter y el WhatsApp.

Además, como filóloga, visito a diario los sitios web del Instituto Cervantes (www.cervantes.es), la RAE (www.rae.es), o la Cervantes Virtual (cvc.cervantesvirtual.com), entre otras. El acceder a catálogos, bibliotecas de autor, o, simplemente, estar al tanto del papel que juega el castellano en el mundo, son muchas de las ventajas que nos ofrecen estas páginas; por ello, las considero de gran ayuda y utilidad para aquellos que vivimos inmersos en el mundo de las letras. Si bien, muchos de esos enlaces los comparto en mis cuentas de Twitter y Facebook. Del mismo modo, hago un uso constante de mi Blog, donde publico reseñas, trabajos o resúmenes de cursos, congresos y coloquios a los que he asistido; lo veo una buena forma de dar opiniones y visiones sabiendo que pueden llegar a cualquier parte. Por otro lado, el libro electrónico también es algo que uso con frecuencia, y, en consecuencia, las páginas de descarga de dichos libros; creo que es una buena manera de cargar con cientos de letras sin que la espalda se resienta. ¡Quién iba a decir hace unos años que eso fuese posible!


El mundo y, por tanto la sociedad, va evolucionando a pasos agigantados, y más en lo que a Tecnologías de la Información y la Comunicación se refiere. Nosotros, como miembros de ella, debemos adaptarnos a los tiempos que corren, viéndolo siempre como algo que puede sernos de gran utilidad como personas, filólogos, e incluso docentes. Herramientas tan sencillas y fáciles de manejar como los Powerpoint, documentos de Word, o algún vídeo de Youtube, pueden hacer que nuestra labor como profesores conviva, de una manera más afín, con los tiempos que vivimos, donde los ‘Me gusta’, ‘Favorito’ y ‘Retuit’ ya forman parte de nosotros. Y, ¿quién sabe qué nuevas aplicaciones o redes sociales nos quedan todavía por descubrir? Si somos capaces de comunicarnos de una manera simultánea con alguien que está al otro lado del mundo mediante aplicaciones como WhatsApp, qué no podremos hacer dentro de algunos años. 


Sinceramente confío y estoy plenamente convencida de que la asignatura de «Investigación, Innovación y uso de TIC» me ayudará a encontrar en todo momento el mejor uso de las tecnologías para tener el máximo aprovechamiento de las mimas en diferentes ámbitos de la vida. Y eso